Mi carta al Niño Jesús

Querido Niño Jesús:

He visto que muchas personas ya te han hecho llegar sus cartas. No quise quedarme de última, ojalá aún tengas tiempo de recibirla, leerla y complacerme. Al final de todo, me he portado bien este año. Sí, sí, sí… sé que el año pasado fui una tonta; pero eso ya pasó. Aprendí la lección y pues aquí ando, procurando ser mejor persona cada día, todos los días.

Como ya es costumbre en las últimas 5 cartas, mi primera petición es para mi chiquitita. Ayúdanos a cuidarla y a protegerla; a que sea una chica de bien. También a mis otros 2 hermanos. No permitas que sufran. Estén aquí o allá, cuídalos, please. Cuida a mis papás, y bendice su unión. Cierra todas, absolutamente todas las posibilidades de que esa unión se disuelva. Sé, por favor, el médico 24 horas de los by-passes que hacen vida en el corazón de mi papá.

Cuida a mis abuelos. Dales salud, alegría. Aparta de ellos la depresión, ese fantasma necio que se cree parte de los míos; y a veces de mí. Dile que se vaya, y no a esconderse en casa de nadie. Que se vaya de este mundo. Hace mucho daño.

Protege a mis tíos, a mis primitos bellos. A todos, sin excepción. A los de España y a los de aquí.

Échale una manito a mis amigos. A mis amigas, ayúdalas a encontrar la felicidad, a que continúen siendo mujeres íntegras, nobles. A que sigan estando presente en mis días. Bendice a la familia de todos ellos, y a sus amigos.

Ayuda a mi país. Te necesita. Ayúdalo, porfa. Queremos Paz, Seguridad, Bienestar común, Libertad, Vida. Sensibiliza a nuestra gente. No queremos niños con hambre, ni violencia, ni miseria.

Acompáñame. Quiero ser cada día mejor. Dame paciencia para entender a mis papás; tiempo para compartir con mis hermanos, con mis abuelos, para disfrutar con mis amigos; tranquilidad para encontrarme cuando me necesite; discernimiento para defender los valores que me impulsaron a ser lo que soy, y así sentirme de manera integral satisfecha con mi trabajo. Dame credibilidad en El Amor, sí, eso… Ayúdame a creer en el AMOR y así querer a quien me quiere. Él es bueno, no quiero fallarle. Ya está bueno que quienes menos la han debido, sean los que paguen las deudas ajenas.

Claro que quiero otras cosas (carros, carteras, zapatos, joyas, ropa, laptops, viajes, libros, maquillaje, cremas, perfumes, y un etcétera –no modesto, por cierto-), pero esas cosas las consigo yo y te alivio ese trabajo (nada fácil en este lado del hemisferio, te comento. La inflación va casi, casi por el orden del 65%), si tú me ayudas con lo que te pedí. Es un buen negocio!

Esperándote,

Janecita.-